Cierro mis parpados y una nube de pensamientos tan ligera como el primer viento de primavera me lleva a la utopía, una constelación infinita me mira desde el techo de cristal, y con una armonía perfecta el viento sopla majestuoso, mis pies rosan el escarchado pasto, las gotas heladas juguetean con mis dedos desnudos. Una pierna avanza desafiando al viento, después la otra obedeciendo mis sentidos.
Camino entre la naturaleza, entre el ambiente, bajo mis pies el pasto gruje, mis piernas se mueven coordinadamente, mis brazos oscilando para balancear mi dorso con mi columna y sus discos acomodados, ahora mas que nunca puedo ser consiente de que pertenezco a este elemento, soy el quinto elemento, soy parte de un todo perfecto.
La luna me observa fijamente, cuidándome, vigilandome, iluminándome y junto a ella, un ser parecido a mi, bajado bajo los rayos de la luna, tras cada paso que doy hacia el, el da uno acercándose a mi, vuelvo a dar otro paso acercadome a el y el dio otro hacia mi hasta que quedamos cara a cara, mi mano entonces, sin conciencia alguna se poso como mariposa en su frente para bajar sutilmente por sus grandes y oscuros ojos, su pequeña nariz y sus inocentes labios, toco su resaltada clavícula y sus firmes pechos, sigo bajando hasta llegar a su mano. Yema con yema intercambiamos energía vital, sintiendo su mano puedo saber quien es, por que esta ahí, por que esta junto a mi... estira su brazo y yo el mio, mientras posa su otra mano en la mía, me mira a los ojos y tan solo guiándome con el rose de las yemas empezamos un baile donde todo nuestro ser interactua; girando, caminando y balanceando nuestro baile cada vez es mas rápido, toma mi cintura y mi espina dorsal se dobla al ritmo de la naturaleza nocturna, mis hombros, mis caderas se relacionan con las suyas y con un sutil movimiento cambio de pareja en este baile eterno, ya no estamos solos, somos una comunidad, unidos, sincronizados, perfectos como un panal.
Un latido, dos, tres, sangre corriendo por mis arterias, recorriendo mi cuerpo, mi cerebro, mis pulmones, mi hígado; mis venas alimentando cada parte de mi cuerpo, mis músculos, mi piel, mi cabello, mis ojos... El negro pronto se vuelve blanco sin esperar a sutiles matices, el calor veraniego se apodera de mi cuerpo, las sabanas sudadas se pegan a mi, ha empezado una nueva mañana, el sol es ahora el guardián.
Ser biopsicosocial.
"Es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no tan solo la ausencia de
enfermedad o afección".
RaWwWr!!!