Nota mental: Este es el post dedicado a Lex quien decidió que hablara de zombies, es la primera parte de tres. (Es considerablemente largo)
Todo empezó en
la maravillosa época de 1960 ¿Qué por que maravillosa?, faldas con crinolina se
mecían por la ciudad, pulquerías que nos recordaban nuestros orígenes y cafeterías
que nos hacían percatarnos del creciente mundo que se nos avecinaba cada vez
con mas fuerza. El tranvía que con
su elegancia nos llevaba a recorrer todos los maravillosos confines de la
ciudad; y en el centro de esta, vibraban majestuosos colores.
Yo crecí en
esta civilización y es en esta, donde he pasado los mejores momentos de mi
vida.
Así que con
ferviente alegría, escribiré, antes de morir mis memorias, con el fin de que
usted mi lector recuerde lo que paso en mi vida y de lo cual muchas personas se
vieron envueltas.
Una nublada
mañana de julio, (lo recuerdo bien) salí como cientos de personas a trabajar ,
podría decir que mi mente sabia que seria un día como cualquier otro, pero mi
corazón me decía que algo
cambiaria. Llegue a mi oficina y
labore hasta que mi amargada secretaria me aviso que era hora de comer, con
gusto me encamine hacia la alameda con sus majestuosos árboles rebosantes de
hojas y flores de todo color, donde se veía parejitas jóvenes disfrutando desde
un fresco elote hasta un delicioso helado de limón, camine hacia la fonda donde
acostumbraba comer, y después de ordenar lo de costumbre, me senté viendo hacia
la calle, (como de costumbre) disfrutando de las personas que pasaban frente al
aparador e imaginando sus rutinarias vidas.
Fue entonces
cuando entre la gente una visión me sorprendió, una hermosa mujer vestida con
una falda blanca y blusa color durazno me sonrío al otro lado del cristal,
mientras con la única mano que tenia libre se arreglaba su fino y oscuro
cabello; siendo franco no supe como reaccionar, quería dejar de ver aquellos
ojos que con tanta vitalidad me observaban, pero ni mi cabeza ni mis ojos
obedecían, parecía que ahora le respondían a una fuerza superior que hasta
aquel momento yo no conocía, y ella al igual que yo se quedo al otro lado del
aparador, con sus delicadas manos cargando unos paquetes extraños; no se cuanto
tiempo paso, pero la mesera me despertó de aquella extraña visión poniendo la
comida en la mesa, al verla, con los ojos todavía cansados, le agradecí y
queriendo regresar la vista a donde ella estaba, me di cuenta que había
desaparecido, sin dejar prueba alguna de que estuviera ahí unos minutos antes.
Después de
comer (sin apetito) y de pensarla ferozmente, le pregunte a la mesera, si se había
percatado de aquella mujer tan bella, ella me respondió que no había visto
nada, solo a la gente habitual pasando como de costumbre.
Regrese a la
oficina, por la ruta habitual y fue entonces cuando una serie de ambulancias
paso a mi lado, todas con la sirena puesta, en ese momento pensé que tal vez habría
ocurrido un accidente, pero jamás me imagine lo que pasaría a continuación.
Llegando a mi lúgubre
escritorio, Clarita (mi secretaria) alarmada y entre gritos me cuestiono, por
no decir que me interrogo de lo que había ocurrido en el hospital de
enfermedades infecciosas, con toda calma y desinterés le explique que nada había
en las calles y que debía tranquilizarse.
Después del
susto que paso la dramática de mi secretaria, decidí salir antes de la oficina
y caminar por las calles del centro y ver los últimos rayos del atardecer; tome
mi saco, metí la cartera y con paso firme me despedí de Clarita, pobrecilla,
estaba histérica.
Decidí pasar por la avenida principal y caminar,
mientras veía estantes y maniquís finamente vestidos, con pelucas de peinados
estrafalarios; entonces dos tipos con mala cara pasaron balanceándote (como si
estuvieran ebrios) mientras un olor pestilente emanaba de ellos, algo en el
ambiente hizo que, si eran escalofriantes así fueran mas; mire por todos lados
y me percate que me había quedado solo, ningún empleado, ningún promotor, ni
clientes, ni siquiera pordioseros se veían por ahí, y apareció la sensación de
que mi cuerpo obedecía una fuerza superior, en contra de todos mis instintos,
los seguí hasta que metiéndose en un callejón, y en el fondo una mujer se encontraba tirada, malherida y
sangrando, los hombres corrieron hacia ella; pero algo evito que se le
acercaran mas, una ruido lejano se escucho y los dos tipos salieron corriendo,
al volver el rostro hacia la avenida, me percate que otras personas se les reunían
corriendo todos, como en una estampida; debo confesar que yo observaba aquella
escena escondido tras unos basureros, pero después de que el peligro paso, me
acerque a la mujer y me di cuenta que aquella mujer no era otra que la señorita
de la fonda, corriendo a auxiliarla una bomba de emociones me exploto dentro...
Hasta aquí la primera parte.
RaWwWR!!!
2 comentarios:
Shiiiit negro!
esta buena la historia
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