Lo conseguí, una lluviosa (en verdad) lluviosa tarde de agosto, mientras realizaba un reportaje del zócalo y su turismo, comía churros y bebía cerveza. Yo caminaba por el famoso callejón donde dos temerarios jinetes se enfrentaron y en enfrente en el mini bazar de los libros, ese callejón de libros entre el palacio de minería y el de las cartas cuyo nombre no me importa. Estábamos viendo libros sin intención de comprar cuando lo vi ahí, llamándome con su portada y sus hojas, obviamente saque el dinero y tras una rápida negociación lo tuve en mis brazos, sin creerlo, ¡después de tanto tiempo!

Con un trato ameno, gracioso y cálido, Isabel nos lleva al mundo de glotonería y lujuria, donde desde una espinaca, un huevo, el chocolate son actores importantes en el mundo del erotismo.
Capitulo a capitulo, vemos los ingredientes claves o historias que te transportan a recuerdos y nostalgias, anhelos y deseos que no pensabas tener.
Es un libro que debe leerse con gusto, saboreandolo poco a poco y por que no, (Aunque la mayoría no tenemos la edad de Isabel) disfrutar las recetas paso a paso con una pareja con quien compartir.
¿Por que, para que hacer mayonesa o curry casero si no tienes quien alabe tus habilidades culinarias?
Isabel nos enseña a saborear, oler y gozar de esas pequeñas maravillas de la vida; un libro que tengo que recomendar y difundir con todos ustedes.
RaWwWr!!!
2 comentarios:
supongo que hablas de pasear en Donceles ;D
me da hueva la allende, me dan hueva las mujeres escritoras nomas se la paso a la mastreta y eso porque habla de machos mexicanos.
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